sábado, 26 de febrero de 2011

El cura (preñao) de Ahigal

Esta semana hemos estado muy poco activos en el blog y ha sido porque había mucha tarea. Tenemos entre manos tres libros y dos de ellos van ya muy avanzados y esperamos que a mediados de marzo estén ya preparados para ir a las librerías.
El libro que ya está casi preparado para entrar en imprenta es el de Los cuentos de Ahigal. Os dejamos aquí un cuentecito para que os hagáis una idea de lo bien que están contados y de lo divertidos que son.
Que lo disfrutéis.

203. EL CURA PREÑAO [Cardigos 1739*B]


Esto pasó aquí, mu pa atrás, aquí pa Ahigal, de muchos años pa atrás, que a mí me lo han dicho que jue pa aquí. Eso era que el alcalde tenía una posá y tenía al cargo de la posá a la su hija, mu jaquetona la su hija. La hija estaba moza, ¿entiendes? Pos llegó a la posá un viajante y empezó a jacer cosas con la hija del alcalde, y le dicía el viajante:

—Si te estás quieta, aluego me caso contigo.

La posaera, que no y que no. Pero el viajante, que si me caso, que si no me caso, déjame y me caso contigo. A lo último ya se dejó. Aluego lo que jizo el viajante jue escapalse, que se escapó pa siempre. Se pone la posaera a llorar y llega el su padre, que el su padre era el alcalde, a preguntale que por qué llora, y la su hija:

—Es que soy una desgraciaíta. El viajante me ha robao la vergüenza y encima me ha dejao.

El su padre se pensaba que la había dejao por ilse, pero ella lo que le quería dicir al su padre es que la había dejao con un muchachino en la barriga. De que ya se entera bien del to, va el padre:

—Hija, esto tenemos que arreglalo como mejol sea. Mientras yo arreglo la custión, pos que naide se entere.

Coge el alcalde y ya que llega pa casa del médico, y le dice el alcalde al médico, le dice el alcalde:

—A la mi hija le pasa esto, esto y lo otro.

Eso, ¿no?, que la su hija estaba pa alantre, y to eso. Y el médico le dijo que qué le daba por arreglale el javío a la su hija. El alcalde queó en que le daba cuarenta riales y la mula torda, que cuarenta riales y la mula torda... ¡menúa fortuna! Ya que jacen el trato, le dice el médico:

—Ya verá usté cómo el muchachino se lo enjareto yo al señol cura.

Resulta que el cura del pueblo estaba mu gordo, mu gordo el bicho, y el probe se estaba curando de un reúma. Pos ya que estaba pa nacer el muchachino de la posaera, va el médico pa ande el cura y le da un ungüente conque pal reúma y que tenía que jincálselo de un sorbo. Dispués de jincalse el ungüente le entró un retorcijón pa morilse el cura. ¡Y venga a tiralse peos! Sale corriendo la criá del cura pa ande el médico:

—¡Que mos se muere el cura!

Y el médico:

—Vaite pa allá, que estoy atendiendo otra custión y en cuanto que acabe voy ande el cura.

Lo que pasaba es que la otra estaba teniendo el muchacho. Pos ya que lo tiene, coge y lo mete en la mochila de las medecinas y se va pa ande el cura. ¡Coño! Allí estaba el cura revolcándose de los retorcijones y peiéndose una cosa mala. Entra pa adrentro y le dice al cura:

—Usté no tiene na que no puea tener arreglo. Lo que le pasa es que usté está preñao, y mientras que no cague al muchachino no hay na que jacer. Ahora le voy a dar una medecina pa que no le duela la pariúra.

Conque ya manda pa ajuera, que se salga la criá. De mo que cuando se quea solito le endiña la medecina al cura y se quea dormío como un ceporro. Pos con este ungüente le se quitaron los retorcijones y la peorrera. Asín que al pronto saca al muchachino de la mochila, le jarrea unos güenos gasnatones y se pone a berrear el niño:

—¡Gua, gua, gua...!

Aluego ya llama a la criá pa dicile que vista al muchachino. Ya que entra la criá, se pone la criá a pegar voces toíta loca de contenta:

—¡Que el cura ha tenío un hijo! ¡Que el cura ha tenío un hijo! ¡Esto es un milagro de Dios! ¡Esto es un milagro de Dios!

Claro, que ya empezaron a cuidiar al niño bien cuidiao el cura y la su criá. Ya que se entera el cura del Guijo de que el cura de Ahigal había tenío un muchacho, viene pa acá pa la noragüena. Y el cura del Guijo, le dice el cura del Guijo al cura de Ahigal:

—¡Chacho! ¿Cómo ha sío ese milagro de tú haber parío un muchachino?

Y el cura de Ahigal:

—¡Qué, coño, milagro ni milagra! Eso jue de cuando el obispo se queó por la noche en la mi casa, y me dicía el obispo: “Tú, Dámaso, quieto, quieto, que no va a pasar na”. ¡Y mira cómo ha pasao!

De golpe al cura del Guijo le se empieza a poner la cara más blanca que un enjalbegao, y le dice el cura de Ahigal:

—¿Pos qué te pasa que se te ha queao la cara toa blanca del to?

Y el del Guijo:

—¿Que qué pasa? Pos que la semana pasá estuvo el obispo en la mi casa y me dijo los mesmo: “Tú, quietito, quietito, que no te va a pasar na”. Y lo malo es que me estuve quieto del to.

Y ya está, que el cuento se acabó, asín que colorín colorao, que éste es el cuento del cura preñao.


domingo, 20 de febrero de 2011

Las camas en el bosque

La biblioteca del Civican acaba de publicar su guía de lecturas de 2011, el Bosque de Lecturas (que podéis ver aquí), una exquisita guía forestal para manejarse entre la fronda libresca de novedades.
Entre los libros seleccionados está, nada más y nada menos que, nuestro álbum Si un día juntásemos todas las camas del mundo, de Félix Albo y Marta Lanzón.
Una excelente noticia.
Saludos

viernes, 18 de febrero de 2011

Los doce meses

Uno de los primeros proyectos elaborados por esta pequeña editorial fue una propuesta de trabajo a partir de un cuento tradicional, Los doce meses. Lourdes Quesada y Pep Bruno trabajaron los cuentos tradicionales, los refranes, la medida del tiempo y, sobre todo, la elaboración de un calendario agrícola con unas exquisitas propuestas creativas de Lourdes.
Como el libro está agotado y no hay previsión de volver a publicarlo, los autores han decidido colgarlo en la red para que quien quiera pueda utilizarlos.


Que los disfrutes.
Saludos

jueves, 17 de febrero de 2011

Una pulga en corto

Me acaba de llegar un correo de Javier Gutiérrez, cineasta en ciernes, que estas pasadas navidades hizo una felicitación "diferente", se trata nada más y nada menos que un pequeño corto basado en una de nuestras pulgas (99 pulgas), "Contestador" de Félix Albo.
Que la disfrutéis.


miércoles, 16 de febrero de 2011

Las nuevas pulgas

Como os hemos ido anticipando, en unas semanas estará en las librerías el nuevo libro de relatos brevísimos 101 pulgas, que retoma la senda iniciada con las 99 pulgas. Además de los tres autores que participaron en aquel primer libro de Palabras del Candil, en estas 101 pulgas participan también Paula Carballeira y Pepe Maestro. Para ir abriendo boca aquí os dejamos una pulga de cada uno de ellos.

[la pulga de Paula]

Esta noche vi al vampiro. Yo llegaba tarde, con los labios negros de vino tinto, la piel pálida de frío, las manos dentro de los bolsillos del abrigo negro. Tropecé con él al entrar en el portal. Lógico, teniendo en cuenta que se me había corrido el rímel y no veía por donde andaba.

Olía a tierra, y a algo más. A algo salvaje. Quise pedirle perdón, pero no hizo falta. Él recogió las llaves que se me habían caído al suelo y me las puso delante de la cara. Tuve que mirarlo, ver aquellos ojos profundos, los dientes poderosos.

—Cuidado con lo que bebes —murmuró.

—Gracias —le respondí, mientras recuperaba las llaves y rozaba su mano por un momento.

Él se confundió con la oscuridad. Yo me quedé apoyada en la pared, con la esperanza de que pensase que mis labios estaban pintados de sangre, que mi palidez era la de la muerte, que mi abrigo estaba hecho de tinieblas. Aunque haga frío y la niebla cubra mi cama como una telaraña, esta noche voy a dejar la ventana abierta.


[la pulga de Pepe]

Invitación


La Sociedad Estatal de Parapsicología tiene el placer de invitarle a la Gala Anual en memoria de su fundador, Sir Richard Purple, el próximo 3 de diciembre a las 20:00 horas, coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de su fallecimiento.

Dicha celebración contará con la asistencia del propio Sir Richard, que se manifestará por boca de su hija, Lady Victoria Purple, la cual ha accedido desinteresadamente a servirnos de médium.

Dada la capacidad limitada del aforo y supuesta la libertad que poseen nuestros socios de asistir a la ceremonia por vía transmigratoria, se ruega encarecidamente a todos aquellos que elijan la opción corpórea confirmen previamente su asistencia.

Aprovecho la ocasión para recordarles que, según nuestros estatutos, es necesario satisfacer íntegramente todas las cuotas anuales y no solamente la de los meses de eclipse.

Así mismo, recordar a la viudedad que dicha obligación alcanza también a los socios fallecidos que no hayan manifestado su baja definitiva por vía psicofónica.

Sin más por mi parte,

Thomas Fringe, secretario.


Saludos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Las 99 pulgas en Anika

Un libro que se ha convertido en un referente imprescindible en nuestra editorial: 99 pulgas, de Pablo Albo, Pep Bruno y Félix Albo, y que todavía hoy, cinco años después de su publicación (y con los últimos ejemplares de su segunda edición) sigue dando de qué hablar.
Saludos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Las cenas... fotografiadas

Acaba de llegar un correo en el que Eva Palencia, fotógrafa, nos cuenta que ha abrazado una fotografía con un cuento de Ignacio Sanz, del libro Las cenas contadas.
Dejamos aquí el enlace del blog Miradas (la entrada del 10 de febrero de 2011 es la nuestra) para que echéis un vistazo.
Gracias Eva. Gracias Ignacio.
Saludos

jueves, 3 de febrero de 2011

De la presentación de Palabra de Cuentero

Enredando por la red hemos encontrado este vídeo que es un fragmento de la presentación que hicimos de Palabra de cuentero en la Casa de América de Barcelona. En el vídeo puedes ver a Ignasi Potrony y a Nicolás Buenaventura Vidal.
Palabras sabias. Que las disfrutéis



Ilustración de las 101 pulgas

Mariona Cabassa acaba de enviarnos la ilustración para la cubierta del libro de las 101 pulgas. Mariona también ilustró las 99 pulgas, nuestro primer libro. Así que os podéis imaginar lo emocionante que ha sido recibir esta maravillosa ilustración que será la cara, la portada, la puerta de entrada a las 101 pulgas.
En unos días pondremos aquí algunos cuentos del libro para ir abriendo boca, o para que os vaya picando la curiosidad.


Saludos.

martes, 1 de febrero de 2011

Sobre la transcripción de los cuentos tradicionales

A veces uno se encuentra con colecciones de cuentos que vienen con el habla más o menos "normalizada", cuentos a los que se les ha lavado la cara, cuentos que han sidoliteraturizados supuestamente para quedar más bonitos, más del gusto de los posibles lectores.
Ya Antonio Machado y Álvarez, decano de los folcloristas españoles (y padre de los Machado), en el último cuarto del siglo XIX en su Biblioteca de las Tradiciones Populares, en el tomo V de los once que se publicaron, reflexiona sobre este asunto y habla de "el error de vestir con forma literaria los cuentos populares, pecado imperdonable".
Cien años más tarde, Julio Caro Baroja continúa con este asunto en la introducción que hace al libro de J. M. Apalategui, Introducción a una historia oral, ed. Anthropos. Dice así: "Es claro que si el testimonio oral ha de estimarse como testimonio antropológico e histórico, ha de ser recogido en toda su integridad y no dejándose guiar por criterios de purismo o perfección al transcribirlo. Es así como nos da el reflejo fiel de una época y de un pensamiento: un pensamiento que en su forma lingüística aunque sea tosca es más expresivo que corregido. (...) Una cosa es, pues, el purismo para lingüistas y otra el purismo para antropólogos (...) [donde es importante] no dejar textos fuera de sus contextos."
Todo esto viene a cuento de que todavía hoy en día en Palabras del Candil recibimos correos en los que nos preguntan, cuando sacamos un libro de cuentos tradicionales, que por qué no los corregimos o por qué lo sacamos con el habla de aquella manera, como recién grabado, como sin pulir.
La respuesta, ahora, cien años antes y cien que vengan, es la misma: la forma de contar un cuento también cuenta.
Saludos