-Libros que ahora vendemos por diez, doce euros, quince, se podrían vender por tres, cuatro, cinco euros,
-Los autores percibirían mayores ingresos por libro vendido (a pesar de venderse más baratos).
-También los libreros, con la venta de e-libros y con la edición/impresión de libros digitales, y sobre todo con el consejo y el criterio de lector/a, podrían seguir con su trabajo.
-Además, estos e-libros no serían incompatibles con la continuación de la publicación de algunos títulos en el formato tradicional.
Pero hay algo que todavía nos frena a la hora de lanzarnos a la edición digital: el pirateo. Aunque vendamos los libros mucho más baratos habrá gente que se entretenga en piratear nuestros productos y dejarlos al acceso de cualquiera, como si crear (soñar, escribir, dar forma, corregir...) y editar un libro no costara nada. Los editores, grandes y pequeños, estamos todavía indefensos (la ley no nos ampara) ante esta situación.
Seguimos pensando en todas estas cuestiones, hoy reflexionadas de nuevo al leer esta interesantísima entrevista en El País a Antoine Gallimard, editor de referencia a nivel mundial, en la que afirma: "El peligro no es lo digital, es la gratuidad".
Imprescindible, no dejéis de echar un vistazo.
Saludos
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